Un interesante insecto fue encontrado en Parque Katalapi por un estudiante de Agronomía de la Universidad Católica, en práctica este verano. Entre los alerces plantados hace ya 20 años, nuestro ayudante Tomás Hokley encontró un hermoso insecto, la “langosta del bosque” (Tropidostethus angusticollis).
Este curioso insecto es del orden Ortópteros, lo que en griego significa “Alas rígidas”, aunque en el caso de esta langosta, no tiene alas. Su principal distribución está restringida a la parte sur-central de Argentina y de Valparaíso a la Araucanía en Chile. Según la guía “Insectos Típicos del Bosque Valdiviano” de Ricardo Figueroa y Soraya Corales, es activo todo el año, durante el día y la noche. Su rol ecológico aún es desconocido pero se piensa que los adultos podrían ser parte de la alimentación de roedores y algunas aves.
Este tipo de descubrimiento en medio del bosque a menudo enriquece las salidas pedagógicas que realizamos con niños durante el año escolar. Como dicen científicos citados en la guía, “todos los niños nacen entomólogos hasta que aprenden a no serlo” (Kawahara & Pyle en Figueroa RA y Corales ES 2018).